SEMANA SANTA 2017

La Semana Santa llegó, el trabajo y el esfuerzo de todos los cofrades dió su fruto y las ilusiones fueron realidades.

Nuestra primera gran cita fue el Domingo de Ramos, con la Solemne Función Religiosa, que era el cúlmen al Triduo oficiado por nuestro Consiliario, D. José Manuel Gordillo Márquez y que como es habitual contó con una gran afluencia de personas.

Gracias al incansable trabajo de nuestro hermano, Juan José Fernández, la Ermita amaneció completamente preparada para la llegada de los fieles, a pesar, de que en la madrugada, apenas unas horas antes, habíamos recibido a su paso por ella, a Ntro. Padre Jesús de las Penas y Nuestra Señora de los Ángeles.

Tras la Solemne Función, que contó con las inigualables voces de la Schola Cantorum "Santa Cecilia", y una vez tomamos el desayuno, nos dirigimos al Cuartel del Imperio Romano, donde como es tradicional nos reunimos en Cabildo Abierto. Nuevamente la asistencia de hermanos fue masiva, disfrutando de un Almuerzo de Hermandad y convivencia en el que se pusieron de manifiesto los fraternales lazos que unen a todos los hermanos de esta Cofradía.  Como no podía ser de otra forma, durante la comida pudimos disfrutar de las marchas y pasodobles más representativos del patrimonio musical de nuestro pueblo, interpretadas de forma magistral por el Grupo de Música del Imperio Romano.
Avanzó la semana, los preparativos tocaban a su fin, cuando casi por ensalmo, nos plantamos en el Viernes Santo, día grande para nuestra Cofradía, en el que nos tocaba hacer estación de penitencia.  El tiempo nos acompañó y la noche fue agradable, sin riesgo de lluvia que pusiera en peligro el desfile procesional.  
Cuando la noche ya se había adueñado del día, los fieles bastoneros, el grupo de música de "Los Ataos", los Grupos y numerosos hermanos esperaban en los aledaños de la Ermita para dar cumplimiento a su labor cofrade.

Así fue, el paso estuvo dirigido una vez más por nuestro Capataz Esteban Guerrero, que contó con la inestimable colaboración de su Ayudante Álvaro Reina Santacruz, ambos llevaron a buen puerto el desfile procesional.
Los Grupos un año más formaron una simétrica hilera de luz, que abarcando la calle, marcaba el camino a seguir por la Virgen.
Todo fue como estaba previsto, los acontecimientos se sucedieron con total normalidad, el acompañamiento del Imperio Romano, la visita del Demonio y la Muerte, acompañados de los roncos tambores de Los Apóstoles etc.. Nuestro Cofrade Mayor, Rafael Montero Rivas, flanqueado por el Hermano Mayor, Álvaro Reina Delgado y el Ayudante de Hermano Mayor, Juan Granados Luque, pudo cumplir un nuevo año el deseo de llevar a la Virgen a visitar a los isleños y a cuantos fieles se acercaron a verla.

Y como ya es costumbre, de regreso en la Ermita, el sepulcral silencio se vió roto por la saeta que nuestra hermana Blanca Palma Estepa dedicó a la Virgen, para, a continuación, dar por finalizada la estación de penitencia, con la satisfacción del deber cumplido.