El pasado sábado, 14 de marzo, (Sábado de Pan y Peces), se celebró Comida de Hermandad y convivencia de los Bastoneros de María Santísima de la Soledad. El Hermano Mayor, este año José Pablo Jiménez Rosales, quiso que en esta ocasión se celebrase en un magnífico recinto como es el Salón Fosforito de Las Acacias.
El Salón estuvo presidido además de por el maestro del flamenco, por un precioso cuadro de la Virgen que no dejaba indiferente a nadie.
Allí nos reunimos a mediodia, hermanos bastoneros y hermanos de la Junta Directiva que disfrutamos de un magnífico ambiente de fraternidad y amor a nuestra Titular.
Como novedad, nuestro Hermano Mayor quiso estar acompañado en esta celebración de las camareras de María Santísima, de las que destacó su magnífica labor realzando, si cabe aún más, la belleza de la Virgen.
Éstas, por su parte, quisieron obsequiar a Pablo Jiménez con un pequeño presente en agradecimiento por su entrega a la Cofradía, tanto durante su etapa de Hermano Ayudante como ahora de Hno. Mayor, valorando plenamente su labor.
Durante el desarrollo del acto, en el que hubo animada tertulia y cánticos, se rindió homenaje a los hermanos que cumplian 10 años a los pies de María, mediante la entrega de un diploma conmemorativo y que este añofueron:
- Oscar Ferrer Jiménez, Juan González Roldán, Juan Antonio Gil Morales y Jesús Manuel Romero Contreras
Nuestro Capataz, Esteban Guerrero, alabó la labor de los bastoneros, recordó como este año se cumplían 20 años llevando a María a hombros y deseó lo mejor para el Viernes Santo, al igual que nuestro Medalla de Oro, Pepe Pino.
Antes de finalizar este magnífico Almuerzo de Hermandad, nuestro Hermano Mayor, obsequió a los presentes con un Cd con una recopilación de marchas del Grupo de Música del Imperio Romano.
Previamente en su intervención recordó los momentos que lleva vividos en la Cofadía desde que fue elegido y remarcó con verdadero énfasis la labor de bastoneros, camareras y directiva que siempre lo apoyaban. Anunció que en breve, se expondría en su establecimiento de C/ Aguilar, la nueva saya, con que había querido obsequiar a María Santísima de la Soledad.
En definitiva, se vivieron momentos dignos de recordar y como siempre todo giró en torno a la figura de María, que en actos como éste, auna los lazos de fraternidad de cuantos la rodean.
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